Hay tantas cosas que tenemos pendientes, y sino olvidadas.
No hablo solo de conocer bien temas de la Walsh o todo lo que se nos pasó de Fontanarossa, o ese puto capítulo de “Los simuladores” que en su sexta repetición, todavía no podemos enganchar.
Los asuntos se multiplican, todos los días un cachito mas vertiginosamente y no nos esperan, ni se anotician de nosotros. Aunque es evidente esa prole de cipayos que como mercenarios de la noticia les revolotea y festeja, cagándose en la que no les oferte algo a su codicia. Los podría describir como seres sin encanto, chiquititos, sumamente escurridizos y algún que otro colmillito poco prometedor pero muy ambicioso....
Y ahí, como medio pavotes andamos nosotros, parados en una pierna mas que en la otra, las manitos en los bolsillos de atrás del pantalón (pero sin buscar nada), y mirando medio p’ adelante o medio p’ arriba pero sin ubicarse demasiado.
Solo que en la volteada, las heridas ya ni duelen y ni se lleva la cuenta de las cicatrices, y tampoco cuenta en demasía que de eso se tratará nuestra piel de ayer en adelante...
Bueno gente, la bosta ya está hecha y nosotros andamos meta pisarla y hasta pueda que nos auto eximamos de la culpa alegando todo lo que había cuando llegamos y que no hicimos nada..., ni siquiera para podrirla un poco mas.
Enviado por Caníbal (Cda. de Gómez)
"El mundo ha olvidado..."
"La nada yace arrollada como un gusano en el corazón mismo del ser" (Jean-Paul Sartre).
El mundo se ha olvidado hasta de que olvida...
Aún hoy, cuando nos parece sentir más que nunca la incuestionable certeza de estar moviéndonos ya en tiempos donde todo se sabe y nada se oculta, en horas en las que una exhaustiva información nos es inyectada directo a la mente a traves de quién sabe cuántos medios y en niveles de depravación otrora insospechados, donde infinitos estímulos de diversos sabores nos son proporcionados diariamente hasta convertirnos en voraces depredadores de contenido, ciegos e incapaces de contemplar nuestra irrevocable finitud; aún hoy -y precisamente hoy- seguimos palpando en el fondo esa indeseable presencia de vacío, de ausencia, de "cosa olvidada" que nos inquieta y nos mantiene insatisfechos.
Hoy más que nunca nos aprisiona la sospecha de estar errando en creer que nada queda por descubrir, y es esa voz del olvido la que nos amenaza desde las entrañas más recónditas y ocultas del ser, pues luego de reciclar tanta negación terminamos siempre cayendo, tarde, en la misma resolución: el saber que no podemos menos que enfrentarlo.
Por eso nació este espacio... con el interés de intentar al menos ofrecer la posibilidad de mostrarnos a nosotros mismos esa verdad, la de que en este juego infinito, búsqueda incansable del sentido de la existencia, siempre se nos escapa algo, siempre un resto queda en el camino, eso que intentamos ocultar o disfrazar, eso que quizás deseemos olvidar, eso que finalmente olvidamos.
martes, 6 de marzo de 2007
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1 comentario:
En 2 palabras: sencillamente incuestionable. Anula todo comentario posible, solo deja lugar a congratulaciones etéreas.
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